Uso de probioticos en alimentación animal y su abanico de beneficios
27 de junio de 2018Estómago glandular
27 de julio de 2018En la actualidad, la producción industrial de huevos reclama controles exhaustivos para ofrecer un producto de calidad y perdurable en el tiempo. Las granjas de ponedoras obtienen diferentes tamaños y calidades de huevo, dependiendo de la condición corporal de la hembra, la nutrición, el estatus sanitario y el manejo.
I. PROCESO DE FORMACIÓN DEL HUEVO
Se espera que la hembra alcance la madurez sexual hacía las 20 semanas y pueda producir un huevo cada 24-26 horas.
El proceso de formación del huevo se divide en varias etapas relacionadas con el segmento anatómico del aparato reproductor:
Ubicada en el infundíbulo, la yema u óvulo, que dará lugar al embrión en el caso de existir fecundación, forma dos capas de membrana vitelina, esto evita la entrada de agua desde la clara.
El magno, segmento más largo del oviducto, será responsable de la síntesis de proteínas que se depositan durante un periodo de 3 horas 30 minutos aproximadamente, dando lugar a la clara.
En el paso por el istmo, el albumen o clara se rodea de las membranas testáceas y, ya en el útero o glándula cascarógena se inicia la rotación del huevo con torsión de sus fibras proteicas y formación de las chalazas que dan sostén central a la yema.
El huevo permanece en el útero de 18-22 horas para dar formación a la cáscara y ser luego expulsado a través de la cloaca.
La cáscara está formada principalmente por carbonato cálcico, su función es proteger el contenido del huevo, permitiendo el intercambio gaseoso.
II. PROBLEMAS DE CÁSCARA
Las fallas en la ovoposición que pueden ser detectados macroscópicamente tienen causas variadas que el productor debe conocer para poder relacionar con el producto obtenido.
- La obtención de huevos sin cáscara o en fárfara (donde el contenido del huevo solo está cubierto por la membrana externa) durante la colecta diaria de huevos dentro del galpón, puede dar la siguiente información:
- aporte insuficiente de minerales como calcio, fósforo, selenio o vitaminas del tipo E, B12 y D.
- inmadurez del útero o glándula cascarógena en hembras jóvenes.
- estrés a causa de sobre población o puesta prematura.
- patógenos: enfermedad de New Castle, Bronquitis Infecciosa, Influenza.
- en hembras más antiguas puede relacionarse con el síndrome de caída de la puesta. Los factores causales antes nombrados también pueden dar origen a huevos deformados o irregulares.
- Pueden observarse otros tipos de alteraciones, como huevos agrietados relacionados con deficiencias de minerales, estrés por ambiente interno alterado o a causa de la edad de las gallinas.
- Los huevos de cáscara arrugada pueden observarse en gallinas al final de la postura donde la producción es más lenta, obteniendo un huevo de mayor tamaño con excesivo depósito mineral. Los huevos de doble yema podrían presentar esta característica por su mayor tamaño, aunque también podría relacionarse con patologías infecciosas como New-Castle o Bronquitis Infecciosa.
III. CONTROL Y SOLUCIONES A LOS DEFECTOS DE CALIDAD DEL HUEVO
La detección de aquellos huevos que no cumplen con las características de comercialización deberá relacionarse con las condiciones de manejo, la calidad nutricional, el status sanitario y la edad de las hembras del galpón.
Es necesario el control constante de este tipo de alteraciones. En las granjas de ponedoras es esperable descartar un bajo número de huevos con fallas durante la colecta diaria, pero un aumento de huevos con presencia de fallas afectará seriamente a la producción final de huevos de la explotación.
A través de la alimentación es posible controlar algunos de los factores causales de las fallas en la calidad del huevo.
Aditivos naturales con acción preventiva han demostrado poseer efectos benéficos administrados diariamente en la ración de las aves de postura.
Aditivos a base de pronutrientes colaboran con una mejor obtención de los minerales aportados en la dieta, colaborando con el proceso de postura de huevos de calidad y aportando, además, múltiples beneficios a la fisiología.
Los aceites esenciales que componen a este tipo de aditivos favorecen los procesos de digestión, absorción de minerales, intervienen en los procesos de mineralización y ayuda al mantenimiento de la fisiología del tracto gastrointestinal.
Los pronutrientes que ayudan a evitar problemas de cáscara se comercializan bajo el nombre comercial “Miner E”.