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El uso de productos naturales como opción a los fármacos va marcando clara tendencia en la producción animal. Un gran sector de la población no es ajeno a los daños causados por el uso excesivo de fármacos y su traslado a los humanos a través del consumo de carnes con residuos.
Es el momento de retornar a lo natural, lo inocuo y saludable para nuestros animales de producción y sus consumidores.
Vegetales de conocimiento común presentan acciones benéficas para la fisiología y pueden ser incorporados en las raciones para contrarrestar la acción de patógenos bacterianos o fúngicos, mejorar procesos endógenos y reducir el uso de fármacos.
Un componente de gran importancia presente en los aceites esenciales es el carvacrol o 2-metil-5-1-(1metiletil) fenol. Este compuesto fenólico con alto poder hidrofóbico posee acción específica sobre bacterias con acción inhibitoria del crecimiento; es capaz de desintegrar la membrana externa de las bacterias Gram negativas, permitiendo la salida de lipopolisacáridos e incrementando la permeabilidad de la membrana citoplasmática (Lambert et al., 2001).
Se ha demostrado su acción contra Bacillus cereus provocando desestabilización de la membrana con aumento de la fluidez, permeabilidad y salida de iones del citoplasma.
Otro compuesto fenólico de importancia es el timol o 2-isopropil-5-metilfenol. Su estructura química es similar a la del carvacrol pero con diferente ubicación de grupo hidroxilo.
El timol cambia la permeabilidad de la membrana de la célula microbiana dejando que se filtren constituyentes químicos como ATP, ácidos nucleicos y aminoácidos, que son esenciales para el metabolismo de la bacteria.
Se conoce también la capacidad de inhibición de los procesos que determinan la transición de espora a célula afectando la germinación, el crecimiento y la multiplicación celular.
Un tercer compuesto activo de gran importancia presente en la naturaleza es la alicina o S-alil-2-propentiosulfinato, compuesto azufrado con amplio espectro de actividad antimicrobiana contra bacterias Gram negativas y Gram positivas del tipo Escherichia coli, Salmonella, Staphylococcus, Kelbsiella, Bacillus, Proteus entre otras.
Se acción antimicrobiana está dada por la modificación de la biosíntesis de lípidos y síntesis de RNA del microorganismo reduciendo el perfil de lípidos de estos.
La alicina genera una reacción química sobre los grupos tiol de diferentes enzimas, afectando el metabolismo.
Estos principios activos que están presentes en plantas como el orégano, el tomillo y el ajo permiten su utilización como aditivos con acción antimicrobiana natural en mezcla con los alimentos de consumo animal. Además, poseen otras funciones de importancia que no se exponen en este artículo.
Permiten su aplicación en mezcla homogénea con los piensos de uso animal dando como resultado un control natural eficaz contra microorganismos presentes en las explotaciones pecuarias. Su aplicación a través del alimento permite entonces reducir la carga microbiana patógena presente en el tubo digestivo, favoreciendo la colonización de flora normal, la absorción de nutrientes y promoviendo el crecimiento.
