Tercera sesión del Simposium Internacional de Minervet
26 de agosto de 20221ª Fase de programa zootécnico en broilers
21 de noviembre de 2022La producción avícola se caracteriza por ser un sistema productivo de ciclo corto en comparación con otras especies. El reducido tiempo para la obtención de un producto implica un manejo correcto para reducir el impacto de las pérdidas de diversa índole en el lote.
Los nutricionistas tienen por delante el importante trabajo de formular dietas acordes a líneas genéticas de alta performance, en el caso de aves de carne, con tiempos de terminación que rondan los 40-50 días.
La nutrición avícola es un complejo amplio que involucra la adaptación de las dietas a los diferentes sistemas productivos (pollos de carne en condiciones intensivas, ponedoras comerciales, reproductores y variantes de estos sistemas) cubriendo las necesidades de las aves para energía metabolizable, proteína bruta, fibra, grasa, macrominerales, microelementos y aditivos.
Los ingredientes utilizados en la formulación de las dietas deben cubrir los requerimientos para la categoría y etapa productiva, reduciendo al mínimo el riesgo de deficiencias o excesos que pueden derivar en patologías o daños al medio ambiente.
En este artículo se exponen algunos de ellos:
MANGANESO
El manganeso es un oligoelemento que actúa como activador de enzimas y forma parte de la arginasa, carboxilasa piruvato y dismutasa Mn-superoxido. Junto con el Zn tiene funciones de importancia en la respuesta inmunitaria y también está implicado en la orientación de los cristales de calcita que hacen la cáscara más dura (Mys, 2001).
Una deficiencia de este micro mineral en la dieta de pollos en crecimiento provoca PEROSIS o CONDROSTROFIA caracterizado por el crecimiento retardado de los huesos largos, engrosamiento de la articulación tibio metatarsal, rotación del extremo distal de la tibia y el extremo proximal del metatarso y desplazamiento del tendón del músculo grastrocnemio de sus cóndilos alterando por completo la locomoción. En gallinas de postura la producción se verá reducida con adelgazamiento de la cáscara, pobre incubabilidad, y nacimiento de polluelos manganeso deficientes que presentan alteración del pico, abombamiento del cráneo, retraso en el desarrollo del plumón y malformaciones del canal auditivo.
En exceso es difícil que llegue a producir toxicidad, pero podría provocar inmunosupresión.
MAGNESIO
Tiene importantes funciones relacionadas con la formación de la matriz esquelética, estimulación nerviosa y contracción muscular. Este ion actúa como catalizador de sistemas enzimáticos implicados en el metabolismo de proteínas, lípidos y carbohidratos, incluyendo reacciones relacionadas al ATP que da energía a las vías metabólicas. Además, es necesario para la secreción de insulina y formación de antioxidantes con acción inmunoprotectora.
Las dietas comerciales suelen ser ricas en magnesio, por lo que su deficiencia es poco común. Sin embargo, pollitos alimentados con dietas deficientes muestran retraso del crecimiento, letargia, sensorio alterado al leve estímulo pudiendo presentar breves convulsiones y pobre esperanza de vida.
En gallinas de postura la reducción del magnesio muestra una rápida disminución en la producción de huevos, hipomagnesemia y salida del magnesio óseo. El tamaño del huevo, su peso y la presencia de Mg en yema y cáscara se verán reducidos.
La deficiencia de Mg intraóseo aumenta el contenido de calcio que ingresa al hueso generando una reducción del calcio circulante en sangre. Como respuesta a la hipocalcemia la glándula paratiroides aparece hiperactiva.
Un exceso en la dieta podría afectar el crecimiento, producir diarreas y alterar el tamaño del huevo y el espesor de la cáscara.
CALCIO Y FOSFORO
Estos dos macrominerales son primordiales para el desarrollo del esqueleto óseo y la formación de la cáscara.
Existen otras funciones importantes a nombrar como la intervención del Ca en procesos de coagulación sanguínea, contracción del musculo (esquelético, cardiaco y liso), regulación del ritmo cardiaco, transmisión de impulsos nerviosos y excitabilidad neuromuscular, catalizador de enzimas, secreción de hormonas y factores liberadores de hormonas.
El fosforo por su parte participa en reacciones metabólicas relacionadas con la transferencia de energía, crecimiento muscular, componente de ácidos nucleicos y fosfolípidos, activador de complejos enzimáticos, mantenimiento del balance osmótico y ácido-base, síntesis de proteínas y formando parte de la estructura del ATP.
El fosforo orgánico que aportan los vegetales no es aprovechable por las aves, por lo que se calcula dos terceras partes del aporte de fósforo en la dieta debe ser de origen inorgánico.
El fósforo contenido en los ingredientes de origen vegetal se encuentra en un 60-80% unido a una molécula orgánica llamada fitato, el cual afecta su utilización por lo que es necesario incluir fitasas en la dieta aumentando el costo.
Para metabolizar el calcio en el organismo las aves necesitan de la presencia en el alimento de microminerales como el cobre, flúor, hierro, magnesio, manganeso, zinc y Vitamina D3. El calcio absorbido, puede ser fijado o removido. Así el calcio se fijará o retendrá en el hueso bajo la acción de hormonas como calcitonina, estrógenos, prostaglandinas y paratoroides según la necesidad metabólica.
Al iniciar la postura se activa en las hembras un sistema óseo secundario llamado hueso medular que utiliza el calcio óseo para la formación de la cáscara cuando la absorción de calcio intestinal es insuficiente. El fosforo removido por este sistema no es utilizable y se elimina por orina. El sistema removerá Ca y P en detrimento de la calidad del hueso.
Si la deficiencia de calcio y fósforo se mantiene, rápidamente se observa raquitismo u osteomalacia con la presencia de huevos con cáscaras delgadas y quebradizas.
Por lo nombrado anteriormente, debemos promover el uso de calcio de origen intestinal adaptando las comidas a las etapas de formación del huevo y promover el equilibrio de la microbiota a través de la adición de moléculas como los shikimatos que mejoran la absorción de calcio en el intestino.
Autor: Dr. Evangelina Zarate